Manuel Estrada: LA NIÑA QUE SILENCIO AL MUNDO

Siempre vivo (reflexiones)

De tu fuego brotaron mis formas, frágil destello de luz, que se yergue ahora como una estrella hasta tu cielo... La muerte me despojo de cuanto tenía... quedé solo una vez en el camino bajo la lluvia...mi cuerpo se heló de soledad y de frío... Desperté con la tibia fragancia de un mayo risueño sobre la hojarasca y los torrentes veloces en la roca, con tu perfume en el alma... mis ojos vieron la vida entre las copas de los árboles, como un ave diminuta entonar una canción eterna... mi corazón se llenó de alas... mis manos huyeron de mí... se volvieron mariposas blancas... mis pies dejaron huir los caminos olvidados... mis labios se llenaron de ojos dormidos... y recordé que siempre estuve vivo, aun cuando la muerte, una vez, me despojo de cuanto tenía...

Manuel Estrada Villodres

JESÚS DE NAZARET

miércoles, 1 de julio de 2015

LA NIÑA QUE SILENCIO AL MUNDO

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