sábado, 23 de mayo de 2015

Higiene Alimentaría

Higiene Alimentaría

“ No solo de pan vive el hombre”…Existen miles de estudios científicos y médicos sobre las diversas funciones del metabolismo humano en los últimos 50 años. En síntesis, el metabolismo es el conjunto de órganos implicados en la absorción, asimilación y excretación de sustancias alimentarias. Probablemente resulte imprescindible. Y constituya en sí mismo un órgano vital. Es curioso como aunque nos empeñamos en ser ostentosamente libres a veces, necesitamos incluso de humildes e imperceptibles bacterias para vivir. Puesto que la vida no puede jamás desarrollarse en soledad. Pero detengámonos momentáneamente en el profundo significado de la palabra “metabolismo”. Metabolizar: sintetizar, o asimilar la vida…Quizá su misma definición contenga enseñanzas inapreciables que se escapan sutilmente a quienes solo les subyuga y seduce el hecho de ingerirla, sin experimentar necesariamente interés alguno por las otras claves del fenómeno de la alimentación en todas sus dimensiones. El ser humano ha recorrido un largo camino a través de la abrupta senda del tiempo , dejando atrás sus viejas vestiduras ideológicas y sociales , hasta alcanzar los actuales y privilegiados valles del conocimiento de múltiples realidades cercanas e inmediatas, como plataforma para desarrollar una civilización soberbia en cierto modo, pero incapaz aun de resolver los oxidados pero insistentes paradigmas antiguos del sufrimiento humano, y las múltiples dolencias físicas o somáticas y emocionales que ensombrecen su propia existencia. Hemos perfeccionado aparentemente los rasgos primitivos de una humanidad sostenida  hoy por la información, las nuevas tecnologías, los secretos del átomo, y los cuestionables sistemas económico-sociales del capitalismo. Y hemos simulado artificialmente  en los laboratorios de experimentación genética el extraordinario poder de los dioses mitológicos creando nuevas formas de vida molecular capaces de multiplicar por incontables millones semillas, microorganismos, bacterias, virus… ¿quien sabe? Pero no hemos llegado a conocernos realmente. Hemos superado los viejos sistemas de transporte mirando a los ojos a la luz y al sonido, pero no sabemos cómo es la mirada del señor que se sienta al lado de nuestro asiento, mientras alcanzamos otros continentes en horas absortos en la nada del vacío de la incomunicación. Hemos dominado incomodas plagas virulentas cual maldición apocalíptica, pero no el miedo a la luz que tímida esboza tenues rayos azules en lo más profundo de cada uno. Hemos sometido la energía como  antiguos faraones, con látigos de productividad requerida, cifras y resultados, azotándola temerariamente, para levantar nuevos templos piramidales con los recursos extenuados de la vida planetaria, pero hemos olvidado hablar frente a la luz de las velas.
 Hemos doblegado al aire con damas blancas de cabellos alados que se mantienen hieráticas y mudas en los cerros y las montañas, pero olvidamos reír. Hemos conquistado la fibra óptica de las estrellas y de las galaxias, a cambio de un universo plano y virtual que calla siempre ante nuestra impertinencia, pero ignoramos el sol que brilla en el pecho de quienes amamos, pulsando una luz que se apaga si no es abrazada. Hemos escrutado las células del corazón como si fueran arcilla que modelamos con el agua insustancial de nuestra ciencia, y así poder volver sus paredes más resistentes ante los golpes y la angustia vital, pero dejamos de escuchar la poesía de los sentimientos que surgía de sus latidos. Hemos, en fin, dejado atrás toda nuestra mas ancestral historia herida de lacerantes limitaciones y enfermedades incurables, hemos vencido la oscuridad medieval y vergonzante de los prejuicios raciales, hemos dejado atrás tantas cosas, que sin darnos cuenta, nos dejamos también a nosotros mismo….Y la vida, es el alimento primordial del hombre….Comenzaremos a buscarla.



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